José Guillermo Cárdenas, un campesino que recuperó su finca en Granada a través de un proceso con la Unidad de Restitución de Tierrras (URT), vendió 800 kilos de cacao durante la cuarentena.
Los paramilitares le habían quitado su predio de 7 hectáreas ubicado en la vereda Sardinata en 2008, pero en 2015 lo recuperó vía sentencia judicial.


José Guillermo comercializa con la Asociación de Pequeños Productores del Ariari, en un emprendimiento familiar que incluye dos hectáreas de cacao combinadas con plátano que sirve de sombrío.
El pasado triste se remonta a junio de 2008, cuando Cárdenas y su familia fueron obligados a abandonar su finca y huyeron hacia Bogotá después que el grupo armado asesinó a dos de sus sobrinos y amenazaron de muerte a todos los integrantes de la familia.
El director de la URT en el Meta, Wilson Leyton, explicó que José Guillermo recibió un subsidio por $24 millones que destinó a los cultivos y una huerta casera para el autoabastecimiento. “También se les brindó asesoría técnica, la política de restitución de tierras es integral porque además del retorno al predio permite a los beneficiarios alcanzar una vida productiva”.