Seis de cada diez colombianos que respondieron la Encuesta Pulso Social, del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), afirmaron haber tenido síntomas o sentimientos relacionados con afectaciones a la salud mental a causa de la pandemia, como preocupación, tristeza, dificultad para dormir y cansancio.


Los investigadores del Dane hablaron con 20.452 personas -jefes de hogar o cónyuges- entre julio y agosto en 23 ciudades del país, con el objetivo de crear la primera aproximación oficial desde las estadísticas a las afectaciones en salud mental que se han generado en medio de la emergencia generada por el covid-19.
Y aunque los resultados están basados en las percepciones experimentadas en la última semana por los encuestados y estas posibles afectaciones no corresponden a diagnósticos, el estudio sirve para “visibilizar las diferentes situaciones que están atravesando los habitantes del país y que generan consecuencias en su bienestar mental”, asegura el Dane.
«Las mujeres tienden a reportar mayores prevalencias, en especial en aspectos como cansancio, tristeza o dificultades para dormir»
En ese sentido, al preguntar sobre los sentimientos que habían tenido en los últimos siete días, el 39,3 por ciento dijo no haber experimentado ninguno y el resto repartió sus sensaciones entre preocupación o nerviosismo (38,6 por ciento), tristeza (20,6 por ciento), dificultades para dormir (18,8 por ciento), cansancio (18,1 por ciento), dolores de cabeza o estomacales (16,3 por ciento), soledad (12,2 por ciento) e irritabilidad (10,6 por ciento).
“Las mujeres tienden a reportar mayores prevalencias, en especial en aspectos como cansancio, tristeza o dificultades para dormir”, resalta el informe. Prueba de ello es que ellas dijeron sentirse preocupadas (40,3 por ciento), cansadas (19,8 por ciento), irritables (11,9 por ciento), solas (13,5 por ciento), tristes (24 por ciento), con dolores de cabeza o estomacales (18,6 por ciento) y con dificultades para dormir (20,8 por ciento), con niveles por encima de los hombres en todas las categorías.
Por edad, el grupo de 25 a 54 años fue el que reportó mayor porcentaje de preocupación (39,4 por ciento), tristeza (21,1 por ciento), cansancio (20,6 por ciento), dificultades para dormir (19,5 por ciento), imposibilidad de tener sentimientos positivos (4,5 por ciento), así como latidos del corazón sin haber realizado esfuerzo físico (3,5 por ciento), que son seis de los nueve síntomas contemplados por la encuesta.
Llama la atención que quienes más reportaron dolores de cabeza o estomacales e irritabilidad fueron las personas menores de 24 años (21,5 por ciento). Ellos también mostraron mayores niveles de irritabilidad (14,2 por ciento), casi que doblando los reportados por los mayores de 55 años (8 por ciento), que fueron los que mayoritariamente dijeron sentirse solos (12,7 por ciento).
Es igualmente llamativo que al hacer un análisis por nivel educativo, los profesionales y con posgrado fueron los de mayor porcentaje de participación en sentimientos como cansancio (22,8 por ciento), irritabilidad (15,6 por ciento) y dificultades para dormir (21,4 por ciento); mientras que los de nivel técnico fueron los de mayor preocupación (42,2 por ciento), soledad (13,1 por ciento) y dolores de cabeza o estomacales, con 22,1 por ciento, el doble de los que no reportaron grado alguno de escolaridad (11,5 por ciento).
Preocupación en ciudades
El informe del Dane presenta un gráfico que profundiza en los alcances de los síntomas de preocupación y nerviosismo por ciudades y allí Santa Marta es la que mayor porcentaje reporta, con 69 por ciento. O en otras palabras, dos de cada tres samarios dijeron haberse sentido preocupados o nerviosos en la última semana. Esta cifra, por ejemplo, duplica lo mostrado por Bogotá (31,6 por ciento), Barranquilla (32,1 por ciento), Cali (32,2 por ciento) y el total nacional que fue de 38,6 por ciento.
Trabajo y salud mental
Un apartado grande de este informe se concentró en el estado de salud mental de los colombianos según su situación actual de trabajo. Y allí se evidenció que las personas que se encuentran desocupadas fueron las que reportaron mayores incidencias de soledad, estrés, preocupación y depresión, con 30,8 por ciento.
Por otro lado, se destaca que entre la población que dijo estar ocupada los que menos horas de trabajo remunerado reportaron fueron los que presentaron mayores prevalencias de percepciones emocionales, al punto que estos sentimientos se presentaron en el 28 por ciento de las mujeres y el 21 por ciento de los hombres en este grupo.
Frente a la búsqueda de ayuda ante estas percepciones, los hombres que no tienen ingresos dijeron mayoritariamente no buscar ningún tipo de ayuda, mientras que las mujeres manifestaron acudir a su familia o a sus amigos como vía de soporte indistintamente de su condición de ingresos.
Por: El tiempo